martes, 13 de octubre de 2015

Normas estúpidas (Diario de una teleoperadora 3)


-Te he escuchado y no has personalizado tres veces.- 

El hombre, de aspecto moderno, me mira con desaprobación por encima de sus gafas, de color rojo chillón, de un diseñador tan moderno como él. Trago saliva. Efectivamente, no he repetido tres veces el apellido de la última persona con la que acabo de hablar. No me ha dado tiempo a decirlo sin parecer una idiota, pero es evidente que prefieren que parezcamos idiotas, como quiere la compañía Cuquiphone. 

Con gesto amanerado, me entrega un documento en el que me comprometo a personalizar tres veces al cliente. Y tengo que firmarlo... Vale, lo firmo. Y se despide con un suspiro de resignación.

Vuelvo a mi sitio, arrastrando los pies; respiro hondo y me conecto. 

-Cuquiphone buenos días, le atiende A, ¿En que puedo ayudarle? 

-Quiero que me regalen ustedes un móvil o me cambio de compañía. 

- Para que podamos dirigirnos a usted, dígame por favor su nombre.- Bien, ya me preparo para repetir el apellido del cliente hasta la saciedad. Uf. 

-Hector Geodesio López 

-Muy bien, señor López, dígame por favor su teléfono. 

-666111000

-Gracias, señor López, voy a acceder a sus datos- Parezco un robot, maldita sea. 

Tecleo, busco la información. No hay ninguna oferta. Maravilloso, otro cliente que se va a enfadar...  

-Señor López, gracias por la espera. Por lo que veo, no hay ninguna oferta asociada a su línea. 

-¿Cómo? ¡Qué vergüenza! ¡Son ustedes unos ladrones! Me voy a ir a Telecuqui, y seguro que me regalan un móvil. 

-Por favor, señor López, no hace falta que me grite. 

-¡¡¡Yo no estoy gritando!!!

Pffff, pues vale... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario